La histoplasmosis es una infección respiratoria causada por la inhalación de esporas del hongo Histoplasma capsulatum, que se encuentra en el suelo y en las heces secas de aves y murciélagos. Esta infección puede afectar a los pulmones y a otros órganos del cuerpo, y en algunos casos puede ser grave.
La mayoría de las personas que contraen la histoplasmosis no presentan síntomas o tienen síntomas leves similares a los de la gripe, como fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y fatiga. Sin embargo, en personas con sistemas inmunitarios debilitados, como aquellos con VIH/SIDA o que han recibido un trasplante de órganos, la histoplasmosis puede ser más grave y potencialmente mortal.
La histoplasmosis es más común en áreas donde el suelo es rico en nitrógeno, como en regiones con grandes poblaciones de aves y murciélagos, como en América Central y del Sur, algunas partes de Estados Unidos y otros lugares del mundo. La prevención de la histoplasmosis implica evitar la exposición a las heces secas de aves y murciélagos y, en algunos casos, se pueden utilizar medicamentos antifúngicos para tratar la infección.