La salmonelosis es una infección bacteriana que se produce por la ingestión de alimentos o agua contaminados con la bacteria Salmonella. La Salmonella se encuentra comúnmente en la carne de pollo, huevos, carne de res, productos lácteos y en algunas frutas y verduras.
Los síntomas de la salmonelosis pueden incluir fiebre, diarrea, dolor abdominal, náuseas y vómitos. En casos graves, la infección puede propagarse a la sangre y otros órganos, y puede ser potencialmente mortal, especialmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados, como bebés, niños pequeños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.
La salmonelosis se previene mediante la práctica de una buena higiene alimentaria, como lavarse las manos con agua y jabón antes de cocinar y comer alimentos, cocinar adecuadamente los alimentos, especialmente la carne de pollo y los huevos, y evitar la contaminación cruzada entre los alimentos crudos y cocidos.
El tratamiento de la salmonelosis generalmente implica el uso de líquidos para prevenir la deshidratación y, en casos graves, pueden ser necesarios los antibióticos.