La gripe aviar es una enfermedad respiratoria en aves, causada por cepas del virus de la influenza o gripe. Nos referimos a gripe aviar cuando se presenta patogenicidad (la capacidad de un microorganismo para producir enfermedades) en algunas especies de aves.
Hay que señalar que todos los virus de la gripe han tenido su origen en aves, concretamente en las aves migratorias, las cuales no manifiestan ningún síntoma de infección.
¿Cómo se transmite? ¿Se puede contagiar a las personas?
Los virus de la gripe humana tienen una transmisión muy eficiente persona a persona, a través de las secreciones respiratorias.
Sin embargo, el contagio de las cepas de gripe aviar es siempre a través de un contacto muy directo con aves infectadas, por ejemplo, convivir con ellas en una misma habitación, consumir sangre de dichas aves, etc. Por tanto, la transmisión de gripe aviar a personas es muy poco habitual, y nunca se da directamente de persona a persona.
¿Cómo prevenir el contagio de la gripe aviar?
Para evitar el contagio de la gripe aviar es necesario evitar la inhalación del virus a partir de microgotas o aerosoles, en ambientes polvorientos donde pueda haber el virus asociado a plumas, excrementos, vísceras o sangre de aves. También hay que tener en cuenta que las manos son una vía de transmisión de microorganismos, por lo que es importante que las personas que estén en contacto con el virus extremen la higiene de manos para evitar el contagio.
Las personas en contacto con el virus deben extremar la higiene de manos.
¿Cómo afecta a los humanos la gripe aviar?
Existen cepas de gripe de alta y baja patogenicidad en aves.
Algunas de ellas se transmiten con una muy baja eficiencia a humanos, pero en el caso de la cepa H5N1, la mortalidad asociada a la infección en humanos puede ser del 60%. El caso de infección humana detectado recientemente correspondía a la cepa H10N3, y no revistió gravedad.
¿Existe tratamiento para este tipo de gripe?
Salvo excepciones, la mejor opción para combatir infecciones víricas es la vacunación, siempre que esta sea posible.
Los virus de la gripe son el mejor ejemplo de virus hipervariables, aquellos capaces de desarrollar rápidamente resistencias frente a fármacos con propiedades antivíricas.
Por esta razón, cada año, la población de riesgo debe recibir la vacuna de la gripe, constituida por tres o cuatro cepas del virus de la gripe. Dichas vacunas son diseñadas cada año teniendo en cuenta las cepas que se anticipa que van a ser las predominantes. No es raro que se presenten cepas que se escapen a la protección de la vacuna administrada. En el caso de la gripe aviar, no se administran vacunas, aunque técnicamente no diferirían de las vacunas de la gripe humana.
Continuamente van apareciendo nuevas cepas de virus de la gripe, producto de los mecanismos evolutivos de dichos virus que se dan completamente al azar.
El gran riesgo es que algún día aparezca una cepa de virus aviar, con una elevada mortalidad a nivel humano, con una mayor eficiencia de transmisión persona-persona.
Fuentes
• Albert Bosch, presidente de la Sociedad Española de Virología.
